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Comprometida con la música y todo aquello que la hace feliz. Llena de experiencias e influenciada por las distintas artes, Martha Bonilla da fin a su hiato musical para crear conciencia en colectividad.

Por : Moisés Sosa

“¿Por qué no pedimos la Parma y reemplazamos la arugula por tomates cherry?” 
me pregunta Martha después de ojear el menú del restaurante. Estamos sentados en la esquina de Domo Pizza & Bakery, una pizzería recién abierta en la ciudad. Pizza y cerveza es la excusa perfecta para sacar a Martha de su apartamento. 

Su familia ha sido su mayor influencia para crear música. Su hermano, quien le lleva siete años de edad, escuchaba música underground y es cuando Martha se interesa por los sonidos alternativos. Sus tíos de parte de madre son músicos y sus abuelos paternos eran poetas; de ellos aprendió a escribir. Martha comenta que las notas que escribía en las páginas traseras del cuaderno en el colegio todavía la siguen inspirando. 

A los doce años, se interesó por aprender música. Empezó con clases privadas de guitarra clásica para luego tomar cursos libres en: la Escuela Nacional de Música, el Conservatorio de Música Amadeus y por último el Conservatorio Crescendo. Aunque ya había formado parte de dos bandas anteriormente, es hasta que entra a Godzend que se toma en serio la posibilidad de una carrera musical. 

“Fue una experiencia extraordinaria para una niña de 16 años”, dice Martha sobre la banda de Industrial Metal. Con ellos Martha concursó en La Batallas de Bandas, en la cuál ganaron el primer lugar. Posteriormente, grabaron un álbum y tocaron muchos conciertos en grandes escenarios. “Godzend, fue una escuela que me permitió crecer en todo sentido” afirma Bonilla. 

A raíz de esto, Martha conoció a otros músicos con los cuales colaboró como Jeffrey Peñalva, conocido en aquel momento como Acid Monkey, quien le permitió experimentar por primera vez la música electrónica. El resultado de dicha colaboración fue “Shake It Off” y llegó a ser reproducida en los premios MTV VMALA’s. “Sí, se llama Shake It Off y la escribí antes que Taylor Swift,” dice Martha entre risas.

Luego de su salida de Godzend, Martha entra a un hiato musical. Se centra en sus estudios universitarios, deja la música a un lado y se interesa más por la producción audiovisual. Pero años después faltaba algo; Martha se sentía vacía, entonces retoma la música por medio de covers. “Así despertó en mí ese deseo de querer crear de nuevo. Y fue justo en ese momento que me encontré con Obed.” Obed Reina es el bajista de Boreal Scala, quien escuchó su música en línea y la invitó a colaborar en su proyecto junto con otros músicos. Meses después nace Boreal Scala. 

“Martha siempre ha tenido una chispa como una estrella en constante combustión avanzando con sus fortalezas. Desde la época de Las Batalla de las Bandas, ella me ha inspirado por el enfoque en su pasión, por su creatividad, pero sobre todo, ‘MB’ tiene una personalidad que la hace brillar con un tono multicolor al susurrar una melodía,” comenta Obed sobre ella. Después de haber experimentado géneros como el Reggae, Metal, Rock Progresivo y Jazz, Martha ha crecido y madurado musicalmente. “La Bonilla tiene una voz increíble y los efectos con los que ella experimenta le da un ‘plus’. He convivido poco con ella, pero me encanta su sencillez y su enorme talento,” relata Diego Rodas, vocalista de Rotz, banda Guatemalteca. 

Esto es lo que hace especial a Boreal Scala, pues es una mezcla muy interesante de backgrounds e influencias, así lo describe Martha, “No me explico como clickeamos tan rápido. Dentro de la banda, yo soy solamente una pieza que completa el rompecabezas. Es interesante por la complejidad y la química entre estas partes que conforman Boreal Scala.”

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